Hoy

¿Saben?.

Hoy la extraño. No lo puedo evitar. Hoy sí la extraño. Pero no tanto a ella, si no más bien al sentimiento de tener alguien que te bancara. Más allá de que tengo amigos que me bancan, familiares que están ahí, y todas esas cosas que ayudan a la felicidad de uno, uno siente el vacío, o mejor dicho (y de una manera no tan emo), extraña esas cosas.

Repito, no extraño en sí la persona, algo que hacía día y noche hasta hace unas semanas, sino que más bien extraño la manera en la que me hacía sentir bien conmigo mismo, esa especie de red de seguridad que ofrecía su cariño y presencia. Era el sms solitario que llegaba a cualquier hora, dandome palabras de apoyo.

Sigo creyendo en el amor y todo eso. Simplemente no pienso volver a entregarme de la manera en la que lo hice.

Claro está, uno es esclavo de sus palabras y dueño de lo que calla. Tienen todo el derecho de decirme la próxima vez que me enamore o me enganche un merecidísimo "¿Ves que hablás de más, pelotudo?".

Pero bueno, como dice esa canción de Green Day:

And in the darkest night
If my memory serves me right
I'll never turn back time
Forgetting you, but not the time. 

David